11 jun 2008

Este mujero es un imbécilo

Madre mia que bien sienta. ¡Así...sí, oigan! Qué sabiduría la de la ministra. Qué manera de captar, que la mejor forma de luchar a favor de la igualdad entre sexos (uyuyuyuy lo que he dicho...) es a través del buen humor y la "chanza". Porque no hay nada más eficaz para unir a la gente, incluso de distintos sexos (ais...se me ha vuelto a escapar la palabreja), que la mofa popular del personal gobernante. Además...¡eso es sacrificio joder! Ofrecerse voluntaria para hacer el ridículo en público y así contribuir a la causa como la que más. ¡Como debe ser! La ministra dando ejemplo. Óle, óle y óle. Creo no equivocarme demasiado augurándole una dura competencia al Sr. presidente del gobierno de cara a una posible candidatura en las generales del 2012. Desde luego si "Bibi" sigue haciendo "méritos" similares, de aquí a cuatro años la vemos residiendo en la Moncloa. A mi modesto entender, tiene todas las "cualidades" necesarias para el puesto.
Otra cosa bien distinta hubiese sido que sus palabras no fueran un chiste. Que las dijera en serio. No quiero ni pensar cómo se iban a reir los franceses de nosotros. ¡Pero, no tan rápido gabachos! Que es todo una estrategia de la "minis" para elevar el buen humor de la societé espagnolé. ¿Qué otra razón tendría una mujer de su posición para pronunciar las palabras "miembros y miembras de esta comisión", delante de las cámaras de televisión, si no fuese para que observando la gente su supuesta estupidez, y tras los pertinentes diez minutos de carcajada, todos nos sintieramos con el buen humor suficiente para coger a la parienta (o al pariento) y hacerle el amor y no la guerra?
Pero la igualitaria mayor del reino español, (titulo nobiliario de nuevo cuño que a partir de ahora va a llevar el ocupante o la ocupanta de la cartera del ministerio, si es que hay alguno más) no se ha detenido ahí. Consciente, como mujer preparadísima y cultísima que es, de que el efecto de unas palabras risibles puede ser efímero si no se acompaña de un trasfondo de actos igualmente desternillantes, ha tenido la hilarante idea (aún no se me ha quitado la sonrisa de la boca) de crear el "teléfono de la esperanza para maltratadores". Creo que el nombre oficial no es exacto, si no que es mucho más gracioso, pero mi memoria en estos dias está ocupada en otras cosas y comprendan que no todos poseemos el don de la ministra para hacer reir al prójimo.
Pero volvamos al asunto, que me pierdo. Como lo han leido, un teléfono para maltratadores. Que ya estoy viendo yo al fulano cabrón de turno (parece ser que no hay fulanas cabronas que maltraten) a punto de hacer una "hijoputada" digna de él, y justo antes de cometer algún abobinable acto, recordar que tiene un teléfono al que poder llamar y en el que le van a ofrecer ayuda... La consecuencia evidente, al darse cuenta de la ironía que tiene el asunto, será un ataque de carcajada tal, que le va a dejar incapacitado, tirado en el suelo, y de risa en risa y tiro porque me da la brisa.
En fin. Brillante. Sencillamente brillante. Seguro que al resto de Europa se le cae la baba con las ingeniosas ideas de nuestros ministros. Por fin empiezan a comprender ese famoso lema con el que durante años hemos atraido al turismo hacia nuestro país. Spain is different.

28 may 2008

Adios, pequeñajo.

Aún estas aquí conmigo, pero la certeza de que dentro de poco eso dejará de ser así me lleva a un estado de tristeza que nunca habia alcanzado antes. Casi no veo las letras del teclado mientras escribo. Las lagrimas no me dejan. Durante trece años has sido mi hermano, a ti te puede parecer mucho tiempo, pero desde luego para mi no es suficiente. Me gustaria pedirte que te quedaras conmigo, pero sé que eso no sería posible, ni siquiera aunque pudieras entenderme. Te quiero pequeñajo. Te quiero tanto que aun no te has ido y ya te echo de menos. Por favor, allá donde vayas no te olvides de mí, yo te prometo que no voy a olvidarme de tí nunca. Eres el ser más inocente y perfecto que he conocido. Sin malicia, sin rencor, siempre fiel y cariñoso. Has sido para mi un orgullo desde el dia que llegaste a mi casa y siempre tendras un sitio en mi corazón.
Adios pequeñajo.

3 ene 2008

Razón y Fe

Estas fechas navideñas dan pie a que algunos nos pongamos a reflexionar sobre este eterno dilema. Para que no haya trampa ni cartón, me confieso desde ya "católico aunque poco practicante". Se puede decir que tengo mucha Fe en Dios, y muy poca en sus representantes "oficiales" en la Tierra. El caso es que además he recibido una educación académica cientifico-tecnológica. Ya saben, pruebas y más pruebas para demostrar esto y aquello, pensamiento pragmático, etc.
En primera instancia puede parecer que esta doble influencia debe irremediablemente decantarme por una u otra filosofía, pero ya ven, rarito que ha salido uno, a mi cada una de ellas me refuerza la otra.
Los científicos puristas dirán que como es posible que un pensamiento razonado y basado en hechos demostrables, pueda llevarme a reforzar otro en el que se carece absolutamente de pruebas físicas. A todo aquel que se plantee esta duda le pregunto, ¿puede ser un científico, purísta, consecuente y ateo a la vez?. En mi opinión no. Como mucho, puede ser agnóstico. El motivo es que, evidentemente, no se puede demostrar la NO existencia de Dios (ni del cristiano, ni de ningún otro). Por tanto, cualquier persona que se declare atea, estará realizando el mismo ejercicio de Fe no creyendo en Dios, que el que hago yo creyendo en Él.
Esto es precisamente lo que hace que la razón refuerce mis creencias. El saber que nunca podrá demostrarse la no existencia de Dios. Toménselo como un punto de partida, si quieren, desde el cual decido que las enseñanzas de un palestino, que profesaba la fe judía, que nació hace dos mil años y que murió por mi y por todos mis compañeros, son las que regirán el destino del resto de mi vida.
Si esto les ha parecido enrevesado, imaginense cómo será explicar la forma en que la Fe logra reforzar mi razón. Resumiendo: tranquilidad, consuelo, esperanza, cariño, caridad, empatía, respeto, felicidad, oportunidad, elección, sabiduría, esfuerzo, comprensión, amistad, tolerancia, intolerancia, sacrificio, altruismo...... todas estas palabras, y un sin fin más, de las que tengo grabadas su esencia gracias a mi Fe, son las que hacen que merezca la pena recurrir a la razón día a día.