Estas fechas navideñas dan pie a que algunos nos pongamos a reflexionar sobre este eterno dilema. Para que no haya trampa ni cartón, me confieso desde ya "católico aunque poco practicante". Se puede decir que tengo mucha Fe en Dios, y muy poca en sus representantes "oficiales" en la Tierra. El caso es que además he recibido una educación académica cientifico-tecnológica. Ya saben, pruebas y más pruebas para demostrar esto y aquello, pensamiento pragmático, etc.
En primera instancia puede parecer que esta doble influencia debe irremediablemente decantarme por una u otra filosofía, pero ya ven, rarito que ha salido uno, a mi cada una de ellas me refuerza la otra.
Los científicos puristas dirán que como es posible que un pensamiento razonado y basado en hechos demostrables, pueda llevarme a reforzar otro en el que se carece absolutamente de pruebas físicas. A todo aquel que se plantee esta duda le pregunto, ¿puede ser un científico, purísta, consecuente y ateo a la vez?. En mi opinión no. Como mucho, puede ser agnóstico. El motivo es que, evidentemente, no se puede demostrar la NO existencia de Dios (ni del cristiano, ni de ningún otro). Por tanto, cualquier persona que se declare atea, estará realizando el mismo ejercicio de Fe no creyendo en Dios, que el que hago yo creyendo en Él.
Esto es precisamente lo que hace que la razón refuerce mis creencias. El saber que nunca podrá demostrarse la no existencia de Dios. Toménselo como un punto de partida, si quieren, desde el cual decido que las enseñanzas de un palestino, que profesaba la fe judía, que nació hace dos mil años y que murió por mi y por todos mis compañeros, son las que regirán el destino del resto de mi vida.
Si esto les ha parecido enrevesado, imaginense cómo será explicar la forma en que la Fe logra reforzar mi razón. Resumiendo: tranquilidad, consuelo, esperanza, cariño, caridad, empatía, respeto, felicidad, oportunidad, elección, sabiduría, esfuerzo, comprensión, amistad, tolerancia, intolerancia, sacrificio, altruismo...... todas estas palabras, y un sin fin más, de las que tengo grabadas su esencia gracias a mi Fe, son las que hacen que merezca la pena recurrir a la razón día a día.
3 comentarios:
tengo de unos años para acá algunos problemas de fe, y ya ni creo ni dejo de creer. Creo que para creer hay que hacer un esfuerzo, casi proponerselo, mientras que para no creer simplemente hay que no pensarlo, y me refiero a la fe de corazón, no a la fe como principio de discusión sobre axiomas o no. Pero lo que quiero decir, es que también puede existir un estado de "stand by", y ahí sí que se complican las cosas, porque no sabes que creer ni que sentir.
En mi humilde opinión, lo más importante es ser una buena persona (dentro de las posibilidades de cada uno), ser honesto con lo que piensas, sentir empatía hacia los demás, etc. Si eso está inspirado por tus creencias, entonces es que son buenas creencias, pero pienso que es secundario. Yo no me preocuparía tanto por el hecho de dudar, cosa lógica en cualquier persona, sino por no dejar de lado los valores que te han llevado a ser lo que eres, y que te ayudarán a definir como serás en el futuro.
Ahora bien, desde el punto de vista de "las pruebas", la gente debería ser cosnciente de que hay tantas pruebas (más allá de la Fe) de la existencia de Dios como de su no existencia. Es decir, ninguna. Y que tanta Fe supone el creer, como el no creer.
claro que noy pruebas ni para un lado ni para otro, pero esque la religión no es ciencia, es algo cultural, se enseña, y luego ya viene la fe, y en ese campo las cosas ya no tienen nada que ver con las pruebas, o se cree o no se cree, pero no se cree por tener muestras de que exista o no se cree por no tener pruebas, se cree o no se cree por una espiritualidad o un sentimiento o un algo que tenemos dentro o no tenemos. Luego, personalmente me reitero en que creo que se necesita más fe para creer que para no, porque es más dificil creer, requiere más esfuerzo.
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